jueves, 17 de julio de 2014

Camino a la gloria (Por Pedro José Martínez)

ALEMANIA viene trabajando mucho y muy bien los últimos años para tratar de alcanzar éxitos internacionales. Algo que se le ha ido resistiendo en gran parte por la Selección Española, y por Italia en la Euro2012. Pero eso ha cambiado, Joachim Löw ha dado en la tecla y Alemania ha mejorado, mucho además, hasta el punto de proclamarse campeona del mundo.


El CAMINO hacia la consecución de este mundial comenzó en la Eurocopa de 2008, Alemania se plantaba en la final por méritos propios aunque con una plantilla y con un sistema de juego muy diferente al actual. Joachim Löw ya estaba de seleccionador por aquel entonces y armó un equipo competente aunque sucumbió ante España. A partir de ahí cambió la dinámica de la selección. Löw tiró del equipo que había sido recientemente campeón de Europa sub-21 en 2009 para llevarlos a Sudáfrica2010. Piezas clave de aquella selección sub-21 han sido y son piezas clave de la absoluta, Özil, Khedira y Hummels, por ejemplo. La remodelación empezó ahí, pero tuvo más, la incorporación de un juego más combinativo, más de toque. Se las prometían felices los germanos hasta que se toparon otra vez con los españoles. Por la Euro1012 pasaron con más pena que gloria, impotentes ante una grandísima Italia que supo cómo jugarle.

En el MUNDIAL ha llegado su punto álgido, su excelencia, la culminación de un trabajo de más de un lustro. Empezó Alemania como lo que es, una maquina casi perfecta muy bien engrasada, aplastando por 4-0 a Portugal. Pasó con cierta comodidad por la fase de grupos, aunque sufrió un poco contra el poderío físico de los ghaneses. Otra selección africana, esta vez Argelia llevó a Alemania al límite, y sólo en la prórroga pudieron vencer a los africanos. Fiabilidad alemana en el partido contra Francia de cuartos, un gol de Hummels y el control del partido les bastó para pasar a semifinales. Esperaba Brasil, la anfitriona, ahí mostró Alemania su poderío que se juntó con el desastre brasileño, un partido para la historia, una humillación tremebunda. La final ya la conocemos todos, la prórroga fue decisiva, mucho mejor Alemania. De esta manera la selección germana logra su cuarta Copa del Mundo e iguala a Italia. Ha sido el mundial de Alemania, sin duda, mejor que cualquier otra selección, dirigida por Kroos dentro del campo y Löw desde el banquillo.

Es una incógnita lo que se espera en el FUTURO de esta selección, seguramente no cambien la forma de juego que les ha llevado a la gloria. Algo grande se espera de estos jugadores para la Eurocopa de 2016 y para Rusia2018, Reus y Götze entre otros liderarán a esta selección. Además jugadores jóvenes vienen por detrás llamando a la puerta de la titularidad como pueda ser Draxler o Kramer. Quizá el único pero de este equipo se la defensa, no se caracteriza por ser precisamente una defensa rápida, y eso podría ser clave en futuros campeonatos. Habrá que estar pendiente de cómo el seleccionador mejora ese aspecto. ¿Qué pasará con Joachim Löw? Podría ser que el seleccionador alemán dejara el equipo ahora que ha alcanzado lo máximo a nivel de selecciones. Pero lo cierto es que Löw muestra más ambición y parece inverosímil que deje la selección alemana.


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Pedro José Martínez ( @Pedro5Cere )

martes, 15 de julio de 2014

Guardiola determina quién gana el Mundial

Por Raúl S. Saura


Uno en el minuto 113, otro en el 116. Uno del Bayer, otro del Barça. Alemán y español, Brasil 2014 y Sudáfrica 2010: Götze e Iniesta, presente y (qué rápido) pasado en la historia de los Mundiales. Y un punto en común: Josep Guardiola, su entrenador.
Quizás suene forzado, pero no podemos negar que los dos talentosos futbolistas tienen un punto en común en el catalán, indudablemente incluso para sus adversarios, uno de los mayores entrenadores del globo sino el mejor. Es cierto, podréis decir, que sí tienen en sus vidas a Guardiola en el momento de ganar el mayor campeonato deportivo, pero suena a rebuscado. Quizás, nobles incautos, pero estamos hablando de que Guardiola determina quién gana el Mundial, no lo desechemos a la ligera. 
Tras muchos años de éxito incontestable de la Roja, muchas selecciones se quedaron a las puertas de la gloria ante el avance de los hispanos. Holanda, Italia, Francia... pero si hubo un combinado nacional que sufrió en sus mismas carnes a España con mayor intensidad es Alemania. Una final de Eurocopa, semifinales de Mundial... los bávaros han claudicado muchas veces, sin mayor obstáculo para alcanzar la gloria que su nueva archienemiga en el mundo del fútbol. Ahora que la Roja ha quedado fuera de juego resulta lógico que Alemania haya ganado un Campeonato Mundial 24 años después. Nombres y estrellitas aparte, por un lado tenemos al tikitaka y por el otro, al tikitaken. El sistema de juego inculcado por Del Bosque y Löw no puede parecerse más: pases endiablados, mucha velocidad de balón, sólida defensa atrás, combinaciones de infarto en el área rival y unos centrocampistas creativos, cerebros, maquinaria y pluma del equipo. En efecto, el estilo es, mayormente, el mismo. El holandés, valga la gracia.
Más allá de ello, pensemos en los referentes de ambas selecciones ganadoras. Se fundieron la elástica roja en 2010 Iniesta, Xavi, Busquets, Pedro, Piqué, Valdés... se fundieron la germana este verano Götze, Neuer, (todavía) Kroos, Müller, Schweinsteiger, Lahm... el núcleo duro de ambas selecciones queda conformado por, es una realidad, jugadores del Barcelona y Bayer de Munich. Equipos que, curiosamente, están entrenados en ambos momentos por Guardiola. Quien mantiene por ideario futbolístico, curiosamente, el mismo. 


Con esto no quiero decir que los bávaros descubrieron el fútbol de asociación con el catalán. No, Löw insistió mucho por ahí y ahora se ve recompensado por ello. No, Aragonés ya jugó en 2008 como el histórico Barcelona de Guardiola, no procede de él. Pep no lo ha inventado, como tampoco lo hiciera Cruyff ni Rinus Michels, quizás sea anterior a la Austria de los años 30, tan antiguo como el balompié. Pero con el técnico lo que obtenemos es la confirmación total del éxito de este sistema de juego, el triunfo combinado con la estética, ganar gracias al estilo y no pese al estilo. Es Guardiola, en su exigencia con sus pupilos, quien logra sacar mediante la motivación lo mejor de ellos. Imprimidos ya en una dinámica ganadora, los deportistas de Barça y Bayer arriban a sus concentraciones aún con las máximas guardiolistas frescas y, a la vista de los entrenadores patrios de los resultados que producen, delegan felizmente en ese sistema sus opciones de ganar. No siempre ocurre, cierto, pero muchas veces sí. 
En resumidas cuentas, el paso de Pep por distintas ligas puede decidir el futuro de las selecciones en el Mundial de turno. Es su estilo y la atracción tanto científica como religiosa que genera (el Pitágoras del fútbol reirán algunos, pues sí) los que motivan a los deportistas y les colocan en la senda de un triunfo que, como siempre, depende de ellos. Llevamos dos de dos, reconozcámoslo. Ahora, para Rusia 2018, queda por preguntarnos si Guardiola marcha antes a Inglaterra o Italia, combinados muy lejos de levantar el trofeo en estos momentos, si regresa a España y revive una selección herida de muerte. Si permanece en Alemania y su liderazgo en el panorama internacional continúa. Los números han ido acompañándole, quién sabe lo que ocurrirá cuando se decida por entrenar algún país. En cualquier caso, la senda de Guardiola ha decidido en parte el éxito de dos selecciones distintas con un mismo estilo y mismos jugadores (en tanto homologables). 
Queda por ver lo que la Historia dice de lo que yo escribo aquí. 

¡Gracias Argentina!

Por Enzo Garay


Abro Twitter, no encuentro explicación, repentinamente abro y Facebook y no, nada: lo que busco es la respuesta a por qué se nos escapó la final, busco una explicación, pero no la encuentro, no la hay. No alcanzan las palabras para tratar de describir el dolor tan inmenso y profundo que se siente, y más para un chico como yo de 15 años –que nunca vio en una final a Argentina- imagínense la ilusión que generó, y las expectativas del pueblo en esta final.
   De repente te convertís en un niño caprichoso, no querés nada más que no sea la Copa del Mundo, te hablan de lo importante que es un segundo puesto, pero a vos, nada te entra en la cabeza, es imposible entender que también es importante ser el segundo mejor del mundo.
Voy a dejar en claro que, aunque sea casi inevitable lamentarse por el mal arbitraje del italiano no lo voy a hacer. Solo quiero tratar de expresar en esto que escribo alguno sentimientos de los tantos que tengo mezclados, es una tristeza enorme aunque aparezca allí una pizca de alegría. Estoy agradecidísimo a estos jugadores, que dejaron todo, pero... ¿Cómo hacés para explicarle a un chico de 15 años que podes estar contento? No encuentro un consuelo para esto, no hay manera, tanta ilusión durante estos días, no en vano, pero que duele muchísimo que no se haya podido cumplir lo que tanto anhelamos. No me alcanzan las palabras para agradecerle a todo el equipo, equipo en toda la magnitud de la palabra. Llámese Sabella también, que la mayoría lo puso en duda durante las eliminatorias. A la defensa, a todos, tácticamente pararon a Alemania hasta los últimos 5 minutos y es que, el físico no daba más. A Romero que le tapó la boca a todos. Son muchos los lamentos, muchas las ganas de llorar pensando que, el de Higuaín, Messi y Palacio increíblemente no entró. También quizás es muy triste saber que el contexto y el tiempo va a ser otro en el próximo mundial.
Sabemos que Mascherano y Messi ya van a estar pasando los 30, también Demichelis, por ejemplo. Son inexplicables los sentimientos mezclados hoy de un argentino, el argentino no entiende de subcampeonato, el argentino quiere ser el mejor. Es imposible entender para que el argentino que estuvimos ahí, tan pero tan cerca de lograrlo, pero lamentablemente es que no se pudo, así de crudo y chocante como suena. No hay manera de consolarse, habrá que intentar levantar cabeza, aunque no se haya logrado ganar el máximo trofeo del mundo les digo a todos, a los 23, y al cuerpo técnico: ¡Gracias por todo! Demostraron la clase de equipo que son. Gracias, en serio.

lunes, 14 de julio de 2014

EL MUNDIAL DE MESSI TIENE SABOR ALEMÁN


 Por Mari de nosinmiatleti.wordpress.com



Eran las 21.00h española, todos atentos al televisor pues comenzaba la final de un Mundial del que pasaría el testigo la que ayer era actual campeona del Mundo: España. Y lo hacía con la representación de Carles Puyol, no podía ser otro. ¿El escenario? Maracaná, ante 74.738 espectadores.

Las alineaciones estaban claras una hora antes del partido, pero al saltar al campo todo indicaba que Khedira, el jugador alemán del Real Madrid habría sufrido una lesión en el calentamiento y se iba a perder el que probablemente iba a ser uno de los partidos más importantes de su vida. En su lugar: Kramer.

Khedira y Kramer: lesionados

La mala fortuna le ponía las cosas boca-arriba cuando a mitad de la primera parte, Kramer abandona el terreno de juego también por lesión tras un choque con el contrario y hace que Low tenga que replantearse la estructura de su equipo. El encargado de sustituirle en esta ocasión fue Schurrle.

El gol anulado a Higuaín


Higuaín pudo celebrar durante unos segundos un gol y sentir en su piel cómo era el héroe del Mundial de Brasil 2014, pero le cambió la cara cuando se dio cuenta de que la grada no lo celebraba y es que el colegiado señaló fuera de juego del equipo argentino. Todo quedó en anécdota para el Pipita.

El gol que no llegaba

La segunda parte aún no nos dejaba conocer a la que sería la selección que levantaría la Copa en este Mundial 2014, era juguetón el balón y se resistía a entrar en ninguna de las dos redes. Los equipos ya estaban cansados, las fuerzas disminuían, no así la ilusión de ganar ese partido que les pondría una estrella más en la equipación. Tres en el caso de la selección Argentina, y cuatro en la Alemana.

Gotze por Klose

Gran Mundial el de Klose que ejerció de titular y que nos ha dejado partidos tan técnicos y perfectos como el que hizo ante Brasil en la goleada del 7-1. Pero era el momento de abandonar el campo y hacer cambios. El elegido fue Gotze, en el minuto 88 de juego, pero no sería sólo el elegido, sino el protagonista que le diera el gol del partido a su equipo.

La prórroga y el gol



Llegábamos a la prórroga, todo indicaba que podían pasar dos cosas, o uno de los dos se alzaba como vencedor en el minuto 116 tal y como lo hizo España, o sufrirían de nuevo los odiados penaltis que dejan todo a la suerte y el instinto de los porteros. Los alemanes optaron por la primera opción, les pareció más divertido que Gotze tuviera la genial ocasión e idea de cambiar la historia de Alemania con un gol en el minuto 113, un gol que valía un Mundial.

¿Por qué Alemania?

Porque no ganaban esta Copa desde el Mundial de Italia de 1990, porque merecían un premio a la constancia por haber acariciado en los últimos tres mundiales el título, quedando siempre en el podium:
·         Tercer puesto en el Mundial de 2006 y 2010
·         Subcampeona en 2002 en un partido contra Brasil que le arrebataba la ilusión por conquistar la Copa del Mundo.

Los demás premios


Messi debió conformarse con un título que parecía recoger cabizbajo, sin ilusión tras acariciar con los dedos la copa del Mundo. Prefería levantar el trofeo que le daba su primera estrella como argentino en el que todos decían que sería su Mundial, pero debió aguantar el tipo con un premio que a mi parecer (y quizá también al suyo) no merecío: el de mejor jugador del Mundial.


Neuer, al contrario, sí se llevó por méritos propios dos trofeos, la copa del Mundo y la de mejor portero del torneo, más que merecido sin olvidar también a grandes actuaciones como las de Ochoa y  Keylor Navas.

Así terminó un Mundial que nos deja sin fútbol hasta agosto, pero en 2016 España seguirá defendiendo un título que aún nos pertenece: La Eurocopa. Hasta entonces, ¡que siga el show del Fútbol!


domingo, 13 de julio de 2014

LA FINAL SOÑADA: DOS EQUIPOS, UN GANADOR

Por Mari de nosinmiatleti.wordpress.com



LA FINAL SOÑADA

Ya está, ya llegó el día de la Final de un Mundial que no ha dejado de sorpredernos a los amantes del fútbol. Y los elegidos para disputar el partido que otros soñaban (pongamos España o Brasil por ejemplo) son ALEMANIA y ARGENTINA.

Dos selecciones que ya saben lo que es levantar una Copa del Mundo, y no sólo en una ocasión. Dos selecciones ya veteranas en jugar partidos que ponen la piel de gallina a cualquiera que salte el césped, y hasta a los mismos aficionados sin pisar un campo de fútbol.

ALEMANIA

La Alemania que ha hecho un Mundial impecable, esa que todos recordaremos en este campeonato de 2014 por humillar (literalmente) a Brasil tras eliminarla con siete goles, como el que juega un partido de barrio, en el que lo importante es jugar un rato. 

Kross y Ozil, esos que esta noche serán animados por los madridistas que esperan ver la mejor versión de los jugadores de su equipo, ellos serán junto al resto del equipo los que deberán salir a ganar, a humillar de nuevo, pero esta vez a Argentina.
 
ARGENTINA

Y por qué no decirlo, la Argentina de Messi, un Messi que sabe lo que es ser nombrado mejor jugador del Mundo, pero que tras él está la sombra de Maradona que aún sigue siendo el mejor de la Historia. 

Y esta noche, este partido, puede hacerle consolidarse como su sucesor. Pero no estará solo, tras ver la última actuación ante Holanda del jefecito, Mascherano deberá ser una vez más el que borde un partido más, sólo uno para ser proclamados campeones del Mundo con su selección y hacer historia de nuevo.

A LAS 9 DE LA NOCHE

El comienzo del partido será con el pitido del árbitro que tendrá a las 9 de la noche y que nos hará quedar pegados al televisor. En España somos muchos los que deseamos ver un gran partido, nuestra selección cederá esta noche el título que hasta el día de hoy poseemos y qué mejor que hacerlo tras un gran partido.

¿Será un partido de goles? ¿o por el contrario volveremos a ver una prórroga más como nos tienen acostumbrados en este Mundial? Llegar a los penaltis sería de infarto, al igual que lo sería ver un espectáculo de la talla del Alemaniazo. Messi está dispuesto y preparado para un partido así, pero la realidad es que las finales hay que jugarlas y ganarlas, lo demás está de más.

ANTE TODO, DESEAR SUERTE A AMBOS EQUIPOS Y... ¡QUE GANE EL MEJOR!

Finales de la Copa del Mundo: Alemania

Por Guillermo Rodríguez



Tras haber llegado Alemania a la final del Mundial de Brasil 2014 analizamos todas las finales que jugó anteriormente y los resultados de dichas citas. 

La selección bávara cuenta ya con 8 finales mundialistas en su haber, más incluso que la poderosa Brasil que tiene 7, de las cuales solo salió vencedor tres ocasiones y esta podría ser su cuarta vez. Su primera aparición fue en 1954 contra el equipo húngaro en el Wankdorfstadion (Suiza), Alemania Federal ganó 3-2 y se coronó por primera vez campeona del mundo. 

En los siguientes dos mundiales el dominio de los brasileños se consolidó y se llevaron ambos con relativa facilidad, hasta que en 1966 dio la sorpresa al caer eliminada en primera ronda en beneficio de la Portugal de Eusebio (el delantero portugués finalizó como máximo goleador del torneo con 9 tantos). Pero fueron las selecciones de Inglaterra y Alemania Federal las que se enfrentaron en la final del Mundial. Los Ingleses vencieron por 4-2 en la prórroga.

La tercera cita de Alemania fue 8 años más tarde en 1974 frente a los Países Bajos en el Estadio Olímpico de Munich. Los bávaros se impusieron por 2-1 en un partido muy trabajado y consiguieron levantar la copa del Mundo de su país. 

En 1982 y 1986 los Alemanes volverían a disputar la final mundialista pero sin fortuna en esta ocasión, perdieron:
  • 3-1 frente a Italia en el Estadio Santiago Bernabéu, Madrid (España).
  •  3-2 frente a Argentina en el Estadio Azteca de México.

Sin embargo en el siguiente Mundial en 1990 la selección alemana que disputaba su sexta final de la Copa del Mundo si se alzó con el torneo tras vencer 1-0 a los Argentinos y vengarse así de su último enfrentamiento.



Por último, la final más actual que recordamos es la del año 2002 en Japón frente a la Brasil de Ronaldo, Cafú, Roberto Carlos, Ronaldinho, Rivaldo etc. 

Ambos conjuntos llegaron a la cita tras deshacerse de Turquía y Corea del Sur en semifinales. Brasil tenía uno de los mayores ataques de toda la historia y lo hizo valer. Ronaldo batió hasta en dos ocasiones al portero Oliver Khan lo que permitió que la ''canarinha'' obtuviera su pentacampeonato y convirtiera a América en el continente con más títulos en la historia del torneo.

Han tenido que pasar 12 años para que el equipo bávaro vuelva a encontrarse en esta situación. A priori Alemania es favorita a ganar la final del Mundial de Brasil frente a la selección ''albiceleste'', tras desplegar un juego sobresaliente durante todo el campeonato y después de humillas por 7-1 a la anfitriona en semifinales es la mayor candidata en las apuestas. Pero una final es una final, un partido a vida o muerte donde pasar a formar parte de la historia esta a un solo paso y seguro que Argentina tiene algo que decir. 

¿Conseguirá la Alemania de Joachim Low alzarse con su cuarto Mundial futbolístico?
  • 13-07-2014 // 21:00 : Argentina - Alemania . Estadio de Maracaná . Río de Janeiro (Brasil)




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Guillermo Rodríguez (@guildo_95)



No hubo consolación para Brasil

Por Raúl S. Saura

Daley Blind  

Por un lado, los anfitriones humillados hacía cuatro días. Por otro, los de que este partido no debería jugarse. Brasil y Holanda se enfrentaban por el tercer y cuarto puesto con la medalla de bronce como único consuelo por haber quedado tan cerca de la final. Una verdeamarelha herida, sin alma, desangelada, sin un plan concreto de juego más allá de la presión, en la que la vuelta del capitán Thiago Silva poco importó: su problema es mucho mayor. Holanda lo tuvo fácil ante tan dócil rival. Los de van Gaal no conceden fácilmente ningún encuentro y la oranje sentenció en 15 minutos el encuentro con dos goles, ellos no fallaron y merecieron acabar con una victoria su sobresaliente Mundial. Bien saben ellos de deudas históricas, más ahora que despiden a otra brillante generación de jugadores tulipanes.
Los cariocas terminaron SU Mundial como lo empezaron: llorando. Llorando por el himno, llorando por los goles, llorando por los penaltis y llorando por las derrotas. La presión puesta sobre los jugadores, conscientes de su deber histórico para con su país para ganar el título, para intentar aplacar así las voces opuestas a un campeonato mundial que ha costado 11.000 millones de dólares en un país que antes exige hospitales, carreteras y universidades. La presión les ha roto, ya antes de la semifinales frente a Alemania, por mucha psicóloga que contratara Scolari. La Mannschaft no falló contra ellos porque no falla y pasaron limpiamente por encima en una goleada tan abultada como histórica como dolorosa: 1-7 que aun no olvidamos ni olvidaremos. Un partido que ha provocado suicidios porque la verdeamarelha tiene demasiado prestigio y confianza como para esperarse tamaño fracaso. El Mundial que tanto les ha costado no les ha permitido siquiera obtener la recompensa de un digno tercer puesto. No, Holanda pasó por encima de nuevo y la crisis se acentúa. 
Una crisis iniciada en el Mundial del 82 cuando aquella mítica selección de los Sócrates, Zico y demás, se vio apeada en la tragedia de Sarrià por la Italia de Rossi y sus tres goles a Brasil. Desde entonces iniciaron un lento declive, abandonando un jogo bonito que sin Pelé ni Garrincha parecía no servir de nada, que, venga ya, somos Brasil, no nos hace falta nada para ganar porque siempre ganamos. La jugada salió bien en el 94 y en el 2002 pero los cariocas traicionaron lo que les hizo grandes y han terminado por pagarlo caro. Incluso Lula da Silva les criticó haber olvidado el jogo bonito. El fútbol brasileño. Y ahora, en su tierra y ante su gente, la historia les ha pasado por encima, y ante Alemania, ordenada en los 70 y ordenada ahora, como siempre ha sido. Con Löw, además, jugando preciosista. El dolor debe ser doble porque los alemanes fueron los brasileños sobre el campo. Y los holandeses también fueron los brasileños anoche, porque Brasil, la auténtica, murió hace mucho.
Si encima les colocamos enfrente a Sneijder, van Persie y Robben, poco más podemos decir. La naranja mécanica, al contrario que ellos, no jugó la final por poco y la sensación de merecer llevarse algo de Brasil 2014 la trajeron consigo, no como los cariocas. Así, Silva cometió falta (fuera del área) sobre el espléndido Robben porque sino se metía con el balón en la portería de Júlio César (quien, pese a ser de los mejores arqueros del torneo, se marcha como el más goleado). Penalti al cuarto minuto y gol. Y los holandeses, que solo tenían delante a un zombi, metieron otro en el 15'. En medio del vergonzoso caos carioca, con los locales ya venidos abajo por completo, David Luiz regaló el esférico a Blind para que subiera el segundo tanto al marcador y entonces el partido quedó muerto entre un Brasil cadáver y una Holanda compasiva. Los de Louis van Gaal, uno de los grandes nombres del Mundial, pudieron haber continuado destrozando a la verdeamarelha con una presión alta y llegadas de vértigo de los Robben y compañía. Tuvieron piedad con Brasil, aunque no por ello Brasil tuvo consolación. 
El tercer gol, en el 92' de Wijnaldum, ya ni se sintió como no se siente la herida en la piel de quien ya no está. Únicamente Oscar, como en la semifinal, mantuvo el honor nacional en medio de aquel naufragio sin precedentes. Al otro lado, el técnico holandés celebraba el triunfo de un partido que no quería jugar. 
Anoche vimos el ataúd de Brasil finiquitado, ahora toca a la torçida una nueva etapa, una renovación profunda, si quiere recuperar el buen nombre que tuvo algún día. Con nuevos jugadores (Neymar, Oscar, Hulk... están llamados a liderar este proyecto), nuevo técnico (Scolari puso su cargo a disposición de la Federación Brasileña de Fútbol) y, por favor, un nuevo juego. Cualquiera, pero un nuevo juego que recuerde los viejos tiempos, aquellos de ofensividad sin preocupaciones atrás, aquellos de talento, genio y juego entre las referencias arriba. Aquellos de enamorar que ahora sólo encontramos en otras selecciones como Alemania o España. Aunque no es lo mismo porque Brasil es única.
Por eso, esperemos, resurgirá de sus cenizas. O quedará sepultada en las cenizas de la historia.